ME DIRIJO A VOSOTROS
Recordad que todos vosotros sólo sois invitados en esta Tierra, que vuestra patria verdadera actual no es el reino transitorio, sino que sólo residís aquí temporalmente para poder regresar completamente madurados a vuestra patria, que una vez dejasteis voluntariamente, pero una vez tenéis que volver al punto de partida. Si vosotros, los humanos, fueses más conscientes de vuestra tarea terrenal, si realmente os sintiereis sólo como huéspedes en la Tierra, entonces tampoco haríais ningún esfuerzo por conseguir una base firme en este mundo de las apariencias.
Sólo pensaríais en poder regresar a vuestra patria ricamente bendecidos, sólo querríais adquirir en la Tierra lo que os está permitido llevar con vosotros, y todos los demás esfuerzos os parecerían inútiles y sin valor, y entonces vuestra maduración estaría asegurada, vosotros cumplisteis con vuestro propósito en la vida terrenal y nunca tuvisteis que temer la ociosidad … Porque como “huéspedes” no querríais adquirir algo lo que tenéis que dejar atrás, y por lo tanto vuestros esfuerzos deberían dirigirse hacia otras cosas …
Pero mientras no os sentís como invitados, sino más bien como los dueños de esta tierra, malinterpretaréis vuestro verdadero propósito de la vida terrenal, y toda vuestra voluntad, pensamientos y acciones estarán equivocados, no corresponderán al propósito de aumentar la madurez de vuestra alma. Y si también consideráis vuestra una posesión terrenal, so sois ricamente bendecidos con bienes terrenales … mientras os consideráis sólo como un administrador, también podréis usar correctamente vuestras posesiones y así obtener bienes espirituales … Siempre debéis administrar los bienes prestados de la manera correcta, esto significa no sólo querer ser beneficiario de ello, sino dejar que los demás seres humanos participen en ello … Entonces os traerá bendiciones, os traerá bienes espirituales, que son imperecederos.
Así como recibís, también debéis dar … Porque el Señor, Que agasaja generosamente a Sus invitados, quiere dar a cada uno lo que necesita, Él Mismo pedirá a Sus invitados que distribuyan regalos a todo el que necesite. Y por eso también debéis recordar que cada persona tiene el mismo derecho a las cosas que necesita para vivir, que cada persona en esta tierra es un huésped, como vosotros, y que el Señor no quiere dejar que ninguno de Sus huéspedes pase hambre. Por lo tanto actuáis según Su voluntad cuando consideráis a vuestros semejantes con dones de amor …
Un día tendréis que dejarlo todo. Por lo tanto, tratad de deshaceros de ello voluntariamente de antemano, porque tal acción no resultará en una pérdida para vosotros, sino más bien en una doble bendición, que sólo reconoceréis cuando dejéis está tierra y encontráis riquezas en el reino del más allá … cuando reconoceréis que con vuestras acciones en la tierra os habéis ganado el amor de muchas personas que os seguirán hasta la eternidad … ¡Qué ciegos son los que acumulan bienes para sí mismos, que disfrutan de sus bienes terrenales y no dejan participar a nadie más! … Y que miserable será su destino después de la muerte de su cuerpo.
Todos vosotros, los humanos, sabéis que vuestra vida en esta tierra es limitada y, sin embargo, vuestra vida no muestra ninguna provisión para vuestra vida real en el reino que realmente existe, pero que puede ser muy diferente en su naturaleza porque depende de vosotros mismos cómo lo diseñáis. Allí encontraréis muchas comodidades amorosos si habéis mostrado amor a vuestros semejantes en la tierra; os será medido como vosotros mismos habéis dado, y seguramente no tendréis que registrar ninguna perdida, sino que ganaréis mil veces con cada don que distribuyáis con el corazón amoroso.
Solo consideraros como huéspedes en esta tierra y todo lo que poseéis como bienes prestados, pero con los que se os permite actuar libremente … Y, por tanto, administrad estos bienes en el sentido de Aquel Que os lo dio; trabajad con esto en amor … y experimentaréis una bendición que no podréis medir mientras viváis en la tierra … Entonces regresaréis a vuestra verdadera patria ricamente cargado y formado de tal manera como una vez surgisteis de ella …
Amén